El Bautismo del Espíritu Santo es el acto, a través del cual, Dios nos une, nos sumerge y nos coloca en el cuerpo de Cristo, identificándonos plenamente en su muerte, y en su resurrección.

"Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.”

1 Corintios 12:13

Hay una palabra que se repite, y es "todos", es decir, esos "todos", identifican a los creyentes, a los que han nacido de nuevo, es decir, el bautismo del Espíritu Santo a cada uno y todos los creyentes, por tanto, es el acto a través del cual, Dios en el momento que nos salva, nos amalgama, nos une, nos sumerge, de ahí la palabra "bautismo", en el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo.

"Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Romanos 6:4-6

ALGUNAS OBSERVACIONES AL RESPECTO

Cuando el creyente ha sido bautizado en el Espíritu Santo, en su conversión, este creyente debe manifestarlo en virtud del mandamiento de nuestro Señor Jesucristo, de que cuando se predicara el evangelio a toda criatura, también se debían bautizar en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Por tanto, cuando una persona ha nacido de nuevo, y en consecuencia, bautizado con el Espíritu Santo, ese creyente en virtud de un testimonio público, debe manifestar, en el bautismo en agua, ante la iglesia, ante los testigos, que ha creído en el evangelio y ha sido salvado por al obra de gracia de Dios.

Otra observación, es que de la misma forma en que al creyente no se le manda a buscar el sello del Espíritu Santo, de la misma manera al creyente tampoco se le manda a buscar ser bautizado por el Espíritu Santo, porque se supone que ya lo ha sido. Al creyente, en efesios 5:18, se le demanda ser lleno del Espíritu Santo, pero nunca se le manda a ser bautizado por el Espíritu Santo, sino que cuando Cristo dio esa promesa, de que serían bautizados, no solamente con el Espíritu Santo y con fuego, sino que en el momento ya que el creyente se hace una evidencia el bautismo del Espíritu Santo, ya no debe pedirlo otra vez, sino simplemente que el Espíritu Santo ahora, logre tener un control y un dominio total, y completo de su vida.

"No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

Efesios 5:18

Damos gracias a Dios por esta obra de su precioso Espíritu Santo, ahora ya habiéndonos unido y sumergido en el glorioso cuerpo de nuestro Señor Jesucristo.
Dios les bendiga.

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